Nuestras dietas y estilos de vida son muy diferentes a la de nuestros ancestros. La vida moderna ofrece comida procesada que agota el contenido mineral en un 80%, las gaseosas son generalmente fosfatadas, los suelos de donde provienen las frutas y vegetales son deficientes en magnesio y como si fuera poco, hacemos menos ejercicios. Por estas razones, los chances de que no se obtenga suficiente magnesio son muy altos.

La deficiencia de magnesio tiene efectos de largo alcance sobre la salud y el bienestar. La evidencia ha relacionado la baja ingesta de mineral con una variedad de condiciones y síntomas, desde la irritabilidad, dolores crónicos hasta enfermedades que amenazan la vida.

La concentración de magnesio y otros minerales en los alimentos ha disminuido drásticamente en las últimas décadas como resultado de los métodos modernos de agricultura.
Nuestros cuerpos están diseñados para obtener el magnesio de los alimentos y no tener algún mecanismo para almacenarlo.

Se estima que el 70% de la población se ve muy afectado por la deficiencia de magnesio.

La deficiencia de Magnesio es la más frecuente entre los déficits nutricionales de la sociedad actual. Una de las razones se debe al poco consumo de alimentos ricos en magnesio como son los frutos secos, las semillas y los vegetales de hoja verde oscuro.

Los factores que incrementan las necesidades de este mineral son: una dieta alta en calcio, fósforo o vitamina D porque dificulta la absorción del magnesio. Alimentos procesados muy consumidos como los lácteos, margarinas, galletas, etc. El incremento del consumo de alcohol, el prolongado uso de diuréticos, las dietas adelgazantes y el exceso de actividad física.

La falta de magnesio puede manifestarse como una deficiencia aguda o como una deficiencia crónica. La deficiencia aguda ocurre cuando se produce una pérdida de fluídos corporales, como en los problemas de riñón, diarreas, enteritis, colitis ulcerosa o alcoholismo. Esta fuerte deficiencia disturba el correcto funcionamiento de los nervios y de los músculos, haciéndolos hiperexcitables, y produce temblores, convulsiones, excitabilidad, vértigo y problemas de comportamiento
Por otro parte la deficiencia crónica ocurre después de muchos años de ingesta deficiente y de pérdidas de magnesio. Esto afecta a la salud de las células y, por tanto, ocasiona enfermedades relacionadas con el sistema nervioso y muscular, el sistema óseo, el sistema inmunitario o la regulación del azúcar en la sangre.
La deficiencia de magnesio tiende a causar un estado tenso de nervios y músculos y parece ser un factor determinante en algo cada vez más común como es la hiperactividad infantil. Además el déficit de magnesio tiene efectos mentales como aprensión, confusión y desorientación.

Deficiencia De Magnesio

Podría presentarse con síntomas tales como

  • Cambios de humor
  • Calambres musculares
  • Fatiga y Mareos
  • Tics
  • Migrañas
  • Arritmia
  • Vértigo
  • Ansiedad

También, el estado bajo de magnesio ha sido implicada en la hipertensión, enfermedad cardíaca coronaria, diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico.